Aquella mañana de verano presagiaba un día tranquilo , la brisa acariciaba cada estancia de la casa , el jardín trasero húmedo aún por la lluvia nocturna ; Alfonso se despertó en medio de aquel claro ambiente , el aroma a café recién hecho lo condujo hasta la cocina , quien lo hizo ya no estaba , se marcharía para siempre o regresaría por la noche como todos los días , eso era algo que tenía sin cuidado al maduro joyero , por su vida , siendo monótona, mas de una mujer había intentado formar un hogar , de carácter indefinido , poco expresivo , poco cariñoso , muchas veces depresivo y falto de entusiasmo por las cosas de la vida , esto al cabo de un tiempo desesperaba a su pareja , exasperaba ver como no se inmutaba ante los acontecimientos de aquellos últimos días.
Por aquel entonces el conflicto interno del país arreciaba de manera alarmante, las noticias chillaban en todas las radios informando de enfrentamientos entre guerrilleros y ejercito en practica mente todo el territorio nacional , las bajas de uno y otro bando se contaban por millares , los negocios del centro de la ciudad estaban al borde del colapso por las bajas en sus ventas producto de los continuos enfrentamientos en esa zona ; Alfonso trabajaba en una céntrica joyería y jamas faltaba pero aquella semana se vio obligado a regresar por encontrar el establecimiento cerrado o porque los retenes militares le impedían el paso.
Sin saber que hacer , vio en su entorno , odiaba la televisión , la radio se torno repetitiva,noticias de muerte , una biblia y unas viejas revistas ocupaban el sitio de la improvisada biblioteca bajo el mueble del televisor , revistas de moda femenina y espectáculos importadas por sus amigas , nada realmente interesante , recordó que su vecino días atrás le regaló un libro , fue a buscarlo en su dormitorio para hojearlo , lo encontró y decidió leerlo en el pequeño jardín trasero , que día , que brisa pensó , sentado en su butaca de madera empezó la lectura del prologo , cuando se escucharon a lo lejos disparos y gritos , trató en vano de obviar aquel acontecimiento,pero los disparos se acercaban y las ráfagas frenéticas anunciaban su proximidad, tal ves en los callejones de su barrio se refugiaban los insurjentes , tal ves llegarían hasta la hondonada que estaba tras de su casa,tras de su pequeño jardín, un presentimiento hizo que dejara de leer , un suspiro profundo vino desde muy dentro de su alma , se respiraba el olor a muerte en aquel instante , un estruendo sonó muy cerca , atravesó la cerca de madera e hizo impacto en él , en su pecho , Alfonso aún con vida con su mano derecha palpo su pecho húmedo y teñido de sangre , vio su mano completamente roja , sabía que la vida se le iría en unos instantes , recordó el aroma del café de la mañana , dejo su mano sobre el pecho destrozado,miro hacia arriba para contemplar por ultima vez aquel día de verano , percibió la brisa acariciándole,dándole el ultimo adiós , su jardín mudo testigo de aquel final siguió sacudiéndose los restos de lluvia de la noche anterior y allá fuera, todo regreso a la calma, todo se hizo silencio , silencio por los que murieron de forma injusta y sin saber porque.
Martín
