sábado, 16 de febrero de 2008

El Hechicero ( breve relato de una vivencia )

Nuestra cultura hispana está llena de personajes propios de la ciencia ficción , personajes irreales , histriónicos y gente sedienta de consultar su oráculo , su "centro espiritual" , y el principal aliado de estos hechiceros no es la mal interpretada " filo-genética ignorancia " propia de los países y habitantes de esta zona tercermundista latinoamericana , no es eso , es mas la ingenuidad y el deseo de encontrar respuesta a preguntas que la religión importada del viejo continente no tiene en sus sacros manuscritos milenarios , y aún con todo ese peso milenario no han podido erradicar del alma del "indio latinoamericano" sus raíces ancestrales basadas en la astrología la cual dio origen a estelas y códices que han predicho y visto el futuro con miles de años de anticipación con una exactitud sobrecogedora.
En mi país , abundan en ciertas zonas de la capital y en lugares del interior los centros dedicados a lo paranormal , hay para todos los estratos sociales , pues cabe decir que el espiritismo o santería no conoce barreras intelectuales , culturales y económicas ; sus clientes son desde la sencilla obrera hasta la señora de la alta sociedad , la referencia al sexo femenino es por mayoría porcentual , lo cual no quiere decir que los hombres están exentos de esta practica.
Y si escribo acerca de esto es porque de alguna manera me vi involucrado , directa o indirectamente con este tipo de "centro" , fue hace mucho , en mis tiempos de estudio , una amiga me pidió la acompañara a un barrio al oriente de la capital , exactamente el Barrio San Jacinto , la razón fue que no conocía muy bien la capital y ademas ir acompañada de un hombre , en sus albores , adolescente aún , pero alguien del sexo masculino para ser mas exacto.
El centro funcionaba en una casa , nada fuera de lo común en su fachada,ningún anuncio,solo un numero 43 bastante grande de color rojo , la casa está aún allí , porque existe en la realidad en un pasaje con una pendiente muy pronunciada y no está asfaltada , es empedrada , situación habitual en ciertos barrios de las margenes de la ciudad.
Tocamos con los nudillos la vieja puerta , luego de un rato un hombre bastante entrado en años , mas de setenta seguro , a juzgar por sus arrugas y canas , nos abrió la puerta y luego de una breve pero detallada inspección nos hizo pasar al interior de la estancia principal , estancia con unas sillas viejas y desvencijadas y como era de esperar un altar en una esquina con unas velas encendidas y un fuerte olor a incienso barato , aquello no dejó de inquietarme y hacerme sentir un tanto incomodo.
Con voz casi ininteligible preguntó el motivo de nuestra visita , mi amiga le expreso su deseo de saber acerca de un "mal" que padecía , un "mal" es una enfermedad atribuida a la intersección de entes espirituales , casi siempre malignos.
La ambientación cumplía su cometido , le daba un aspecto mágico y tenebroso al lugar , y el personaje de el viejo con voz quejumbrosa emanando olor a yerbas e incienso no podía ser mejor logrado ; esperamos sentados en la estancia como nos indico el hombre , después de un rato se abrió la puerta de una habitación y salio el "hechicero", realmente esperaba a alguien mas "mistificado" , pero al contrario el sujeto era un tipo regordete en mangas de camisa y un pantalon de mezclilla , eso si , su mirada penetrante se nos clavo y nos observo en silencio , se acerco a mi amiga y la tomo del brazo , le pidió lo acompañara a la habitación , y justo en el dintel de la puerta detuvo su andar y me lanzo otra mirada penetrante , - No tengas miedo , ella se va a curar , aunque se que vos no crees , eres un incrédulo , pero eso va a cambiar- sentencio y sin decir mas cerro la puerta.
Aquellas palabras lograron su cometido , me atemorizaron pues fueron dichas con certeza y en tono amenazador , nuevamente la estancia se quedo en silencio y esperé cerca de una hora y se abrió nuevamente la puerta de el "consultorio y clínica espiritista" , y esta vez no salio el hechicero , solo mi amiga , se me acerco y me dijo que nos fuésemos y salimos un poco aprisa pues ya casi obscurecía y no era seguro andar de noche por esos lugares.
Fue lo mas cerca que pude estar de un chaman , que era un charlatán como muchos , no lo sabre nunca , pues desde ese día mi amiga y yo nos distanciamos , yo era tolerante pero su mal iba en aumento , mas y mas al punto de hacerse insoportable su presencia , y llegó a su fin nuestra amistad , no e sabido de ella nunca jamas , pero su amistad dejó una experiencia mas en mi vida y esa experiencia me llevo por extraños senderos, pero eso es parte de otro relato que prometo compartir con todos ustedes... paciencia!!!
Martín